Como espacio formativo, la escuela marista busca que sus estudiantes desarrollen la capacidad de discernimiento para tomar decisiones de vida. De esta manera, podrán leer los signos de los tiempos con los ojos de nuestro Señor Jesucristo y responder generosamente como lo hizo nuestra Buena Madre María. Todo ello con el fin de alcanzar la felicidad.